terapia familiar o de pareja

Cuando es necesario superar una situación que genera malestar y que se vive como un problema para la pareja o familia y/o para su entorno. Son muchos los motivos, cada familia es un mundo y todos son igual de válidos.

No, en absoluto. Hay quienes hacen terapia para conocerse mejor y ordenarse a nivel emocional y sentimental y, de hecho, la prevención ahorra mucho sufrimiento. Cuanto antes os conozcáis y sepáis en qué punto estáis de vuestra vida, más fácil será solucionar problemas futuros cuando aparezcan.

Somos seres sociales y vivimos y nos relacionamos con otras personas día a día (familia, amistades…). Terapia familiar o de pareja significa que venís todos los miembros involucrados, pero que también vamos a hablar de lo que a ti más te afecta dentro y fuera de esa relación.

Yo suelo recomendar frecuencia semanal al principio (aunque siempre dependiendo del caso), con el fin de generar el vínculo terapeuta/paciente lo antes posible. Una vez comenzamos a observar mejoría, yo soy la primera que os anima a ir espaciando las visitas poco a poco, para potenciar vuestra autonomía y sensación de control. Esto no significa que os quedéis sin mi apoyo esos días, al revés, podéis contar conmigo en cualquier momento.

Que lo tenéis, sin duda. Mi disponibilidad es básica para que sintáis mi apoyo al 100%. Soy una persona cercana y siempre os invito a mantener el contacto y la comunicación dentro y fuera de la sesión.

Cada persona viene con motivos y ritmos diferentes, por eso es difícil generalizar. Según el caso, he podido ver muy buenos avances incluso en 4-6 sesiones. Como en todo proceso, pueden haber bloqueos y entran dentro de lo normal. Lo ideal es estudiar cada caso, marcar unos objetivos terapéuticos e ir cumpliéndolos.